lunes, 18 de enero de 2016

Seda, de Alessandro Baricco

Título: Seda
Autor: Alessandro Baricco
Género: Novela
Fecha de publicación original: 1996
Editorial: Anagrama

Seda, tuvo un gran éxito tras su publicación y fue traducida a numerosos idiomas. Está inmersa en el género de la novela, pero como ya han recalcado otros autores anteriormente como Rafael Pérez Castells "Seda puede que ni siquiera sea un libro". Puede que sea un cuento o una historia que simplemente necesitaba ser contada.
Pero para abreviar diremos que es una narración corta, con una relato muy diferente al usual.


Las primeras impresiones al leer Seda fueron que las palabras transgredían las simples proposiciones. Que las frases eran las vías de un tren hacia un lugar muy lejano. Y no sólo porque su personaje viajara constantemente, sino porque el lenguaje era tan etéreo que rozaba la poesía manteniendo la prosa. Utiliza un vocabulario sencillo que sabe cómo colocar para que, igual que las piezas de un puzzle, termine creando una imagen. 


Baricco te da la mano para que cojas impulso y tu imaginación haga el resto. 
Tras este salto te plantas en una atmósfera distinta. Puedes imaginar los lugares orientales, sin tener la menor idea de ésta cultura, con apenas dos pinceladas. 


Trata diferentes temas, podemos hablar de amor en esta obra, aunque la obra no habla de amor. Podemos hablar de los sinsentidos de la vida aunque no tenemos por qué encontrar ninguno en la obra. Podemos hablar de insatisfacción y la conformidad de los personajes o, en cambio, de la lucha por mantener vivo lo que está casi vegetativo.


El protagonista, Hervé Joncour, actúa más por impulsos que por convicción sobre lo que está haciendo. Podemos pensar que está atrapado entre una obligación y la devoción. No deja de cumplir sus deberes occidentales, pero tampoco deja de dejarse llevar por la pasión de Oriente. 
Su mujer me parece el personaje más entrañable, podemos ver la verdadera templanza sobre sí y la verdadera historia que ocurría bajo el oleaje de las aventuras de su marido.



A pesar de que los temas y la forma de narración choque al principio porque ambos son poco cotidianos, me atrevería a recomendarlo a cualquier lector que quiera hacer un paréntesis en sus lecturas habituales. Su extensión es mínima, así que os enamoraréis rápido y muy fuerte de Seda, y en un abrir y cerrar de ojos se habrá terminado.
Pero ya lo dijo el poeta: Es tan corto el amor y tan largo el olvido… 


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